Un dia hicimos una pizza distinta, y nació Almacen de Pizzas.
De herencia Italiana, pizza, fainá y mucho ruido; de familias y amigos encontrándose. Las mesas bien cerca, una silla extra para que entremos todos. La grande de 8 porciones para que nunca falte. Una mozzarella estacionada en su punto justo. La mano de nuestros almaceneros, los maestros pizzeros. Un amasado intenso, y un descanso en la mesada, se va al fuego de nuestro horno de barro. Sale crocante como te gusta. Creemos en los ingredientes nobles, en las buenas pizzas y en los buenos encuentros.
Porque hay cosas que no cambian, pero hay otras que siguen mejorando.